Las castañas son uno de los productos estrella del otoño, así que estos fines de semana del otoño aprovechando que disfrutaremos buen tiempo y que tenemos muchos niños alojados, tanto en las casas rurales, como en el hotel , haremos una pequeña ruta para ir a un bosque que hay cercano al pueblo, a recoger alguna castaña. Es una actividad entretenida, ya que los niños se lo pasan genial y de paso disfrutan del resto de animales que van viendo a su paso de camino al bosque, como caballos, vacas, si hay suerte quizás algún corzo…
El castaño es árbol de larga vida, porte majestuoso, copa recogida y frondosa, se dedica principalmente para la madera, y de tronco corto, copa amplia y frondosa cuando se aprovecha como frutal.
Las castañas las recogemos del erizo (capa cubierta exteriormente de espinas), dejan al descubierto de 1 a 5 frutos, eso sí, hay que hacerlo con sumo cuidado.
Lo más entretenido de todo, es que los niños, corretean, se tiran palitos y juegan un rato, porque, lo que se dice coger muchas castañas, no hemos vuelto con demasiadas, sólo con las justas como para comérnoslas, por la tarde en la merienda. Pero desde luego los más pequeños su primer día de recogida de castañas, creo lo recordarán con cariño, al igual que nosotros.
Las castañas las degustaremos asadas acompañadas de sidra dulce, en mermelada, en marrón glacé, en puding…en fin, hay muchísimas formas de disfrutarlas. Es un fruto que da mucho juego en lo que a gastronomía se refiere, con un poco de imaginación podemos conseguir maravillas.