Esta ruta senderista es una ruta con historia, sus inicios se remontan al siglo XIX, cuando se construyó este camino para bajar el material extraído en las minas de zinc cercanas a la localidad de Tresviso.
Esta vez nos vamos a Cantabria, pero muy cerca de nuestra Asturias; tanto en Cantabria como en Asturias hay rutas de senderismo para quitarse el sombrero, y la de Urdón-Tresviso es una de ellas. Los Picos de Europa son cuna de rincones incomparables, donde te paras unos segundos, contemplas y crees estar en el mismo cielo.
Podemos acceder desde el Desfiladero de la Hermida, desde Potes (Cantabria), por el Sur, o desde Panes (Asturias), por el Norte. Al llegar a la Central Eléctrica de Urdón, encontramos un pequeño parking donde dejar el coche, y comenzamos la ruta, donde también hay un cartel que la describe. Empezamos andando junto al Río Urdón, poco después cruzamos un puente para continuar por el camino con el Río. Nos vamos adentrando en un paisaje precioso, lleno de sauces, laureles, avellanos y alguna que otra higuera.
Al continuar cruzamos de nuevo otro puente, que deja el Río Urdón a nuestra izquierda. Este es el último puente que cruzamos y ahora… comienza la parte más dura de la ruta de senderismo, con contínuos zig-zags, vamos ascendiendo y al ganar altura llegamos al “Balcón de Pilatos”, impresionante lugar sobre el barranco dibujado por el Río Urdón. Enseguida empezamos a ver vacas y cabras, que producen la leche con la que se elabora el famoso Queso Picón de Bejes, de Tresviso.
Una vez pasado “El Balcón de Pilatos”, el camino se hace un poco más cómodo, pasando junto a los restos de las minas que hubo en tiempos pasados. Desde aquí ya vemos Tresviso al fondo. Continuamos para llegar a los invernales de Prías, empezamos a ver a lo lejos nuestro destino. Al final de este tramo hay una vista clara del pueblo de Tresviso.
Una recompensa perfecta al esfuerzo es llegar a Tresviso y comer una buena tapa de Picón de Bejes acompañada de una sidra bien fresca.
